Renault reportó una ganancia de 4,7 por ciento en las ventas de automóviles a nivel mundial en el primer semestre de este año como marca de presupuesto de la compañía Dacia continuó atrayendo a un número creciente de clientes.
Renault SA entregó 1,37 millones de automóviles y vehículos comerciales ligeros en los primeros seis meses del año, frente a los 1,3 millones del año anterior. En consecuencia, el fabricante de automóviles francés aumentó su pronóstico para 2014 el crecimiento en Europa a un 3-4 por ciento de una predicción anterior de 3.2 por ciento.
A pesar de que es tercera fabricante de automóviles más grande de Europa, Renault quiere reducir su dependencia en el continente y expandirse en los mercados emergentes. Aún así, la recuperación de los mercados europeos alimentaron el crecimiento de ventas de Renault en los primeros seis meses del año, con ganancias de hasta 35 por ciento en España y el Reino Unido, mientras que las entregas fuera de Europa cayeron un 9 por ciento a causa de la disminución en Rusia, Argentina y Argelia.
Gran parte del crecimiento de Renault se debió a los modelos de Dacia y el pequeño SUV de Renault Captur, dijo el director general de rendimiento Jerome Stoll en un comunicado. La demanda del Dacia Duster SUV y la berlina Sandero impulsó un aumento del 24 por ciento en las ventas del primer semestre de la marca en Europa, con la marca de presupuesto ayudando ventas europeas de Renault aumente un 18 por ciento.
Rango de nivel de entrada del fabricante de automóviles francés, que se vende como productos de Dacia en Europa y con la insignia de Renault en otros mercados, compuesto por 42 por ciento de las ventas del primer semestre del grupo, en comparación con el 41 por ciento del año anterior.
Las entregas en Rusia, el tercer mayor mercado de Renault, cayeron un 8 por ciento, y la compañía espera una tendencia similar en los mercados emergentes para la segunda mitad del año. Se espera que el mercado de coches de Rusia de reducir en un 10 por ciento este año, mientras que Brasil y Argentina se reducirá un 5 por ciento y 20 por ciento, respectivamente.
