Desde Belo Horizonte – El Palio es el modelo más vendido de Fiat en toda Latinoamérica, pero también el protagonista de un extraño experimento: desde su lanzamiento en 1996 hasta la fecha, la primera generación recibió dos restylings importantes y cuatro facelifts.
La idea de la marca fue intentar ofrecer un modelo que siempre pareciera nuevo, aún a costa de desactualizar con rapidez los autos de sus clientes más fieles.
Así, se logró el récord inédito de haber ofrecido en estos 15 años un total de 90 versiones con 32 motorizaciones diferentes.
Ahora, por primera vez, el Palio se renovó por completo. Tanto, que hasta se analizó la posibilidad de cambiarle el nombre.
Desarrollado sobre la base de una adaptación de la nueva plataforma que debutó con el Fiat Uno el año pasado, este Novo Palio es una pieza clave dentro de una importante renovación de modelos que la marca planea realizar en el Mercosur de aquí al 2014.
Autoblog manejó el nuevo Palio por las calles de Belo Horizonte y la opinión se reproduce a continuación.
Por fuera
Es 31 milímetros más largo y 60 milímetros más ancho. Con respecto al viejo Palio, el nuevo modelo creció en todas las dimensiones. El salto más importante se dio en la distancia entre ejes, que aumentó 47 milímetros para ofrecer un mayor espacio interior.
El resultado estético también es positivo. Mejor proporcionado y, con las ruedas ubicadas más en los extremos, el nuevo Palio se ve moderno y atractivo en persona.
El diseño se realizó en el Centro Stile Fiat de Italia y sus líneas maestras se remontan a casi cinco años de distancia. Varias de las soluciones estéticas habían sido trabajadas para una nueva generación del Punto europeo, pero se terminaron aplicando a este Palio sudamericano.
La trompa es armónica y con superficies simples. El bigote cromado recuerda a algunos modelos de Chrysler, pero no tiene nada que ver con el nuevo aliado americano: fue concebido mucho antes de que alguien pudiera imaginarse esa sociedad.
Detrás, se destacan las ópticas de muy grandes dimensiones y la tapa del baúl que se abre presionando el logo de Fiat (sólo de serie en la versión Sporting)
Además de ser agradable a la vista, el diseño tiene algunas soluciones inteligentes. Por ejemplo, tanto las ópticas como el capot fueron ubicados bien arriba y atrás, de manera de quedar protegidos de los impactos a baja velocidad en ciudad.
La versión probada era una 1.6 Sporting, que se diferencia por los faros de máscara negra, las llantas de aleación de 16 pulgadas, los zócalos, el spoiler sobre el techo y la doble salida de escape cromada.
Además, al menos en Brasil, se ofrece un completo catálogo de accesorios para personalizarlo hasta niveles que se identificarán sólo con el gusto de pocos (ver fotos).
Como ya ocurrió con otras versiones de pretensiones deportivas del Palio, hay un extraño contraste entre su filosofía y el gran despeje del suelo.
Más allá de eso, el resultado estético general es positivo, sobre todo comparado con el anterior Palio y algunos de sus competidores directos, como el Renault Sandero y el Chevrolet Agile.
Por dentro
El trabajo estético en el interior no parece tan logrado como en el exterior, a pesar de que la versión Sporting intenta destacarse por los detalles rojos (sin importar el color de la carrocería) en tapizados, volante, palanca de cambios, parlantes y tablero.
La posición de manejo es elevada (la butaca del conductor se regula en altura), con buena visibilidad, pero lejos del espíritu deportivo que plantea el nombre de esta versión.
El volante se regula en altura y, como en el Punto, tiene incorporados los comandos para el audio y la computadora de abordo. También del Punto provienen los comandos para las luces y limpiaparabrisas.
Del nuevo Uno, en cambio, el Palio hereda las grandes salidas de aire redondas y algunos plásticos mal terminados. La tapa de la guantera es de calidad floja y en la parte inferior del volante hay plásticos filosos.
La calidad general percibida del interior es, como era de esperarse, superior a la del viejo Palio y el nuevo Uno, pero sigue lejos del Punto.
El tablero tiene un buen diseño y es completo. Como detalle simpático, las agujas de los cuatro relojes se mueven al poner el auto en marcha, a modo de saludo al conductor.
También tiene una computadora con funciones básicas, muy fácil de operar. La versión 1.6 Essence será la única a la venta en la Argentina con control de crucero.
La mayor distancia entre ejes permitió mejorar bastante el espacio en la butaca trasera. El ancho creció 50 milímetros a la altura de los hombros y el techo se elevó 20 milímetros.
La capacidad del baúl se redujo de 290 a 280 litros de capacidad y el suelo no es plano. La rueda de auxilio sobresale bastante.
Seguridad
A sólo dos años de que los frenos ABS y el doble airbag sean obligatorios en todos los autos vendidos en el Mercosur, Fiat perdió la oportunidad de marcar tendencia en este rubro.
Estos dispositivos de seguridad serán opcionales en todas las versiones que se vendan en la Argentina. Su costo extra se conocerá recién al momento del lanzamiento.
Las versiones con el motor 1.6 también pueden optar por los airbags laterales.
Viene de serie con cinco apoyacabezas, cuatro cinturones de tres puntos inerciales y un de sólo dos puntos en el centro de la butaca trasera.
Otro opcional de seguridad más: los pretensores de los cinturones delanteros.
Motor y transmisión
Hace un año, el Palio incorporó en la Argentina el motor 1.6 E.torQ y, lógicamente, se mantuvo en esta nueva generación, junto con el Fire Evo 1.4 de 85 cv como entrada a gama.
El 1.6 se ofrece tanto en las versiones Essence como Sporting, pero en la Argentina sólo la primera de ellas podrá combinarse con la caja automatizada Dualogic.
Este propulsor entrega 115 caballos de potencia a 5.500 rpm y 162 Nm de torque a 4.500 rpm. Tiene distribución por cadena, con garantía de por vida, acelerador electrónico e inyección electrónica multipunto.
La caja manual es de cinco velocidades y, en la versión Sporting, la relación de transmisión del diferencial aumentó de 3,73 a 4,07, para brindar una respuesta más vivaz.
Comportamiento
El recorrido original para la prueba de manejo era de sólo una hora y sólo por calles y avenidas, pero Autoblog logró extenderlo a dos horas, con una breve incursión por una autopista.
La experiencia sirvió para descubrir un auto que, si bien no tiene prestaciones Sporting, sí resulta muy ágil para el manejo cotidiano y viajes en ruta. El motor E.torQ hay que llevarlo alto de vueltas para que entregue lo mejor de sí y, en esas condiciones, puede ser algo ruidoso.
A pesar de ser más grande, el Palio apenas aumentó 60 kilos de peso y promete seguir ofreciendo prestaciones superiores a las de muchos sus rivales: una velocidad máxima de 190 km/h (ocho más que en el Palio 1.6 anterior) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos (antes, 9,8).
Fiat no declaró consumos ni fue posible medirlos, aunque después de manejar por una ciudad con tan fuertes desniveles, pendientes y tráfico, la aguja del tanque de 48 litros dio la impresión de bajar con rapidez. La computadora de abordo declaró un promedio de 12 kilómetros por litro.
Las suspensiones son blandas y, el ya mencionado despeje del suelo, permitió transitar con tranquilidad sobre la gran cantidad de baches y lomos de burro de esta ciudad. En el empedrado, el andar se sintió muy silencioso, aunque hay que destacar que se trataba de unidades de prensa, recién estrenadas.
No me gustaron el tacto de la palanca de cambios, de recorrido muy largo, ni la dirección, poco comunicativa.
Conclusión
Sería un error tomarse en serio el apelativo Sporting de esta versión y analizar al nuevo Palio como un deportivo, porque no lo es. Pero no hay dudas de que sí es un auto chico con diseño muy atractivo, un habitáculo amplio y un motor tan moderno como potente.
Por el lado de los puntos flojos habría que mencionar algunos detalles de terminación del interior y el pobre equipamiento de seguridad de serie.
Los precios para la Argentina se conocerán recién en marzo, pero la política de comercialización que ayer se anunció para Brasil será muy agresiva. En varias de sus versiones, el nuevo Palio será apenas un 10 por ciento más caro que el aún nuevo Uno.
La gran incógnita es si el nuevo Palio no canibalizará las ventas de algunos de sus hermanos de marca en vez de salir a robarles clientes a sus competidores externos.
Cuando salga a la venta en la Argentina, se posicionará en una franja de precios intermedia donde, con una diferencia de más/menos diez mil pesos, Fiat ofrece una amplia gama de autos chicos con propuestas de lo más variadas: desde el Uno hasta el Punto, pasando por el 500 y el Idea.
Después de haber intentado con altibajos la conquista de segmentos superiores, el nuevo Palio demuestra una vez más que la especialidad de Fiat es y seguirá siendo la creación de autos chicos y accesibles, con el diseño y la relación precio/producto como valor primordial.
Esta filosofía, que a veces desconcierta a los seguidores de otras marcas, es la que logró nada menos que el Palio se convierta en uno de los autos más exitoso de toda Latinoamérica.
Este flamante sucesor no debería desentonar.