El Ford B-Max ya tien precio en España, y llega en un segmento, el de los pequeños monovulomenes, que ya cuenta con varios actores. Ford no es el primero, Opel con el Meriva o Citroën con el C3 Picasso, por ejemplo, ya estaban presentes. El Ford B-Max entra, además, en un segmento que nunca acabó de despegar realmente. Sin embargo, lo que podría parecer como un error en un segmento algo apagado es visto por los dirigentes de Ford como una oportunidad en oro de destacar, pues consideran que han dado con el por qué de esa apatía en el segmento.
¿Es la solución ideal? ¿Consiguió Ford la cuadratura del círculo al proponer una accesibilidad sin limites en un coche pequeño? ¿O es la ausencia de pilar B un truco de ingenieros y aprovechado por el marketing para que se hable del coche?